El proyecto consistía en el diseño para el Museo del Oro en el barrio Getsemaní, en el centro histórico de Cartagena. El lote se ubica en frente de la plaza de la Santísima Trinidad, en donde a su vez se encuentra la iglesia con el mismo nombre. Esta posición en la ciudad nos brindaba varias oportunidades ya que la plaza es un lugar de reunión y en el sector aún se conservan actividades propias de la ciudad, no del turismo.

El proyecto se concibe bajo la premisa de guardar el oro como el tesoro de la ciudad, por lo cual se plantea un recorrido que guíe através de volumenes que esconden la sala de exposición principal, contenedora de las piezas precolombinas. Todos los espacios se distribuyen al rededor de un patio central, que busca mantener continuidad con la morfología general de la ciudad, compuesta por las casas coloniales con patio.

La materialidad del proyecto se deriva de la intención de mantener un muro existente, en aras de mejorar su situación y generar actividades relacionadas a las dinámicas actuales del barrio, es por esto que los volumenes son en concreto a la vista. Para generar contraste y jerarquizar el volumen del oro, se decidió que este tuviera una fachada metálica dorada y una altura mayor a la de los demás espacios.

Las salas tienen un sistema de iluminación natural compuesto por apreturas longitudinales en las salas, cubiertas por lucernarios que controlan la entrada de luz. Adicionalmente las circulaciones y el patio tienen vegetación nativa que brinda sombra en el proyecto.